Història aragonesa del pontificat d’Alexandre VI (7)

escut_Borja{12} Cómo muere el rey de Nápoles y empués fue assumpto en rey don Alfonso, su fixo, con otras buenas cosas.

Como sía statuydo por Dios, supremo senyor, que todas cosas creadas tienen a seyer consumidas por la muerte, a esta ley todos los humanos fueron submesos y serán por adelante. Por tanto, los enoxos grandes que estas variedades de tiempos truxieron a aquel grande, sapiente y animoso el rey don Ferrando le cuytaron a enfermar; y su real magestat fue empués mu[ch]o affrontada. Plugo a nuestro senyor Dios que sábado, que fue la conversión de sant Paulo, a vint e cinquo del mes de janero del anyo mil quatrozientos novanta quatro, dentro la ciudat de [21] Nápoles, de mal de catarro, reuma de testa, morió corporalmente. Sea loado nuestro senyor Dios, que assín le plugo. En estos fortunados e tanto revolutos los mundos e tiempos, esta muerte fue mucho danyosa para sus fixos, con su estado e casa real, por la grande sapiencia en que era por todas estas gentes ytáliquas tovido; dava terror a todos y d’él tomavan todo saber. Por cierto a esti rey se le puede atribuyr gloria en seyer stado de su persona cavallero tanto esforçado, más non se podía príncipe, rey ni senyor otro que él; empués, sapiente de grande reposo, previsto en cosas venideras, exequtivo segunt la calidat de aquellas, justiciero maravilloso, sufferente a tantas injurias a él dadas por sus vassallos e otros, tolerándolas con mucha patiencia; en los grandes obstinados fue rígido, en los baxos clemente e ahun rigoroso. Acatava esti rey con grande reverencia la gloriosa memoria del prepotente senyor e rey su padre: quando prometía con juramento de los huessos de su padre le parescía divino jurar; ésti, en sus cavallerosos días, tuvo siempre l’apellido de “Aragón, sant George”, por devoción e mandamiento real, de manera que le fue siempre scudo tutíssimo e reffugio a sus periglos. Grato tanto, nuncha parabla fea le huyeron de la bocha; largo, dadivoso adonde era conveniente segunt su poder, más non se podiera; en su vida real solacioso; plúgole mucho la músicha; en caças, senyor mucho grande; con los grandes competió mucho, como hun Luciffer, y con los baxos era ovexa. Truxo su muerte tantos danyos non solamente en su regno, mas ahun en la Ytalia; non se podiera más dezir.

Y veyendo su primogénito, illustríssimo don Alfonso, la pocha constancia y menos fealdat de los neapoletanos y ahun del realme todo, non dado huvo l’ánima, prestamente cavalgó por la ciudat neapolitana como a rey, con [21v] corona en testa, por aplacar la natural maldat de los vassallos, de los quales sabía amor non los fiziera star obedescientes a la senyoría real. Esti movimiento fizo, y le fue assín mandado deverlo fazer por la magestat de su padre el rey. La sepultura real, con la fiesta pertenesciente al caso, fue comendada a la sereníssima reyna y al illustríssimo don Federico, su hermano, príncipe d’Altamura, secundo en orden de genitura, con otros grandes e ahun principales de la ciudat, por apartarlos de todos colloquios e con aiustos de pueblos que podiessen tener. Y decontinente, por la disposición de los tiempos, mandó convocar los grandes hombres e cavalleros principales de los del regno e de título, síndicos e procuradores de las ciudades e tierras, y dentro la ciudat de Nápoles, principal a las otras ciudades, por todas unánimes prestaron la fealdat como a vassallos, y en su conspecto real lo juraron e admittieron por rey verdadero y senyor del regno nombrado la Grant Cicilia, y a modo real cavalgó por la ciudat de Nápoles.

Fue presente en esti acto tanto grande aquel Vergíneo Ursino, fecho grande condestable del regno por la buena e loable memoria del rey don Ferrando, su padre, y ahun empués confirmándolo en tanto grande officio –es en el regno alter nos por la real magestat del rey moderno. Esti Vergíneo, non sólo por esti officio, mas por seyerle vassallo –que tenía dos condados, nombrados de Albi e Tallacoci, valen de renda acirqua dotze mil ducados– fue presente y prestó es[ti] homenatge de fealdat. Fueron ahun el comde Petillano, de casa Ursina, con su fixo, qui fue yerno de la preffata real magestat y ahun cunyado d’esti nuevo rey; éstos ahun prestaron homenatge de fealdat por la ciudat de Nola [22] con sus tierras, qu’el preffato rey su suegro le dio en casamiento. Y ahun fue presente Jacobo de Trahuço, capitán maravilloso; ésti solía seyer vassallo del duque de Milán; fue echado por el senyor Ludovico y empués, por el caso de papa Innocentio cuentra el rey, se falló en el realme, húvose maravillosamente en favor del rey, e por seyer tanto buen capitán, [afato] y esforçado de su persona, su magestat real le dio una su sobrina por muxer, con cierto stado en el realme; esti capitán maravilloso ahun prestó la obediencia con homenatge de fealdat al preffato rey.

Y ahun su real magestat, mostrando tanto amor al preffato Vergíneo, el día tanto assenyalado que fue jurado y admeso por rey e senyor del regno, como hoviesse convidados muchos de los senyores principales al comer, entre los quales fueron magnífficamente collocados los tres capitanes, quisiendo mostrar a esti Vergíneo quánto fue ama[do] por la magestat del senyor rey su padre y ahun por él, stando en la mesa, al fin del comer su real magestat le mostró una cédula fecha de su mano del Vergíneo, con la qual regonoscía dever a la buena memoria del preffato savio rey quaranta mil ducados d’oro, los quales su real magestat le havía prestados, y por el pago al preffato sanctíssimo Alexandro, papa sexto, por la conposición e confirmación de la baronía de l’Anguilara, segunt fue dicho, y de aquellos era debitor a su magestat como a fixo heredero del preffato rey, su padre. Aquella cédula del débito, en presencia de todos los senyores qui fueron presentes, faziendo memoria al Vergíneo, y porque todos los otros senyores conosciessen quánto lo amava, la rasguó e laceró, faziéndole gracia de aquellos, fízolo quitio e immune y d’aquí adelante non fuesse tovido ne obligado a pagar a su real magestat.

D’estas grandezas [22v] quiso usar este nuevo rey a todos, y specialmente a esti Vergíneo, haviendo siempre a memoria el servicio que fizo en tiempo de papa Innocencio al rey su padre y ahun a él, prometiéndole, y a todos los otros, gratifficar, amar, beneficarlos, e non solamente a ellos, mas a las ciudades e tierras del regno, de manera que havieran a conoscer tenían non sólo senyor, mas padre, hermano e fixo d’ellos, animándolos a todo bien e honestamente vivir, que él prometía ministrarles justicia con misericordia ensamble en todas cosas, provechos e avançamientos del regno, segunt la gloriosa memoria del grande rey su abuelo y ahun padre havían acostumbrado, e mexor, si mexor se podiere dezir. Decontinente por todos estos grandes fueron a su magestat fechas gracias de la buena sperança suya, promittendo seyerle caros, servir e obedescerle con toda fealdat e complimiento non sólo de buenos vassallos, mas de fixos devotos, obedientíssimos a su real magestat. Y dando fin a esti convite e fiesta real, todo hombre tomó su vía. Por cierto a esti senyor e rey nuevo empués todos estos vassallos, y mayormente los tres cavalleros capitanes, y sobre todos el Vergíneo, tanto fueron falsos malos vassallos e traydores principales al preffato rey, más non podieron seyerlo, segunt por adelante fuere visto.

Aquellos otros reales, e primeramente el illustríssimo don Ferrando, qui se llamava príncipe de Capua, fixo primogénito al preffato assumpto rey, y huvo empués el título de duque de Calabria, título pertenesciente a primogénito real, d’una parte, y el otro, don César, hermano fuera de matrimonio al rey, el qual sallió mucho esforçado de su persona, otros ahun reales medios, en esti [mo]d[o] que las fiestas se fazían en la ciudat de Nápoles, cavalgaron esforçadamente deffuera por el regno, cada huno por sí, confortando, animando las ciudades, provincias a toda fealdat, buen estamiento e reposo [23] de la república del regno, por tanto recelo que tenían de algún transpasso de rebellión, esguardando la condición d’estas gentes del regno quánto apetescen rebelliones e cosas nuevas.